Voy a buscar. Supongo que sí, siempre que nuestra sea la PREGUNTA Y LA IGLESIA LA RESPUESTA, y en tanto estos citados PRESENTEN ARGUMENTOS DE LA IGLESIA que al serlos NO TENDRÁN ERROR ALGUNO.
¿Cuál será el límite? El que los citados no contengan o lleven ERROR.
¿Habrá algún otro límite? Parece una contradicción que en aras de señalar un punto de controversia, lo hagamos por medio de quién ha cuestionado la Voz de la Esposa Inmaculada: El Vicario de Cristo.
¿Se nos impondrá algún otro límite? Es posible que el otro límite sea creer que mucho más de lo que nos es permitido lo está.
Estamos ante una encrucijada, que seguramente la Iglesia en otro tiempo ha resuelto, pero hoy no podemos saber si ella permitiría la cita de tal o cual que terminó permaneciendo o muriendo en el Cisma, la Herejía y la Apostasía.
En mi caso, si cito a alguien post Conciliábulo, primero de hacerlo, diré sus datos filiatorios, al menos los investigaré respecto a saber cuál fue su relación final con la Iglesia.
Increíblemente me sucedió esto cuando leía el Libro La Parusía, porque en una biografía citada en un medio, se dijo que el Cardenal Louis Billot había terminado sus días, habiendo renunciado al Capelo Cardenalicio en un Monasterio que ni siquiera era el que había elegido, pero había obedecido hasta el final de su vida. Esto en su momento me puso en la encrucijada y debía saber antes de publicar nada de él, cuáles eran los motivos de ese alejamiento, si había sido una sanción de la Iglesia o si era otro el motivo. Dilucidado esto, que era un desentendimiento aparente entre la decisión tomada por el Vicario de Cristo entonces y no pudiendo él resolverlo en su fuero interno, ruega le acepte su Santidad la renuncia al Cardenalato y lo envíe a un Monasterio. Así concluye. Ahora restaba saber si la Obra escrita LA PARUSÍA lo había sido mientras estaba en uso de la facultad del Cargo de Cardenal y por tanto debíamos decir que el Cardenal Louis Billot había escrito esa Obra y que la misma tenía el pláceme de la Iglesia para su difusión. Entre otras cosas aprendí que hay que leer las referencias.
Y hablamos de que así actué porque así creo y creí entonces debía hacerlo, antes de lanzar una Obra que pudiera haber tenido algún inconveniente con el Vicario de entonces, ¿cómo no hacerlo con cualquier otro que viene pos el Conciliábulo y no cuenta con aval alguno de carencia de ERROR, en tiempos donde EL ERROR ES LO QUE HAY por doquier y en todas partes?.
Esto se me ha presentado varias veces incluida la Obra antes citada, a lo largo de ella, el Cardenal cita a varios otros, hubo uno que creí refería a un monje muy conocido y avalado de la Iglesia, allí me encontré en la disyuntiva de decirme, pero entonces si ese al que cita y lo cita con enfado y éste, el cardenal, tiene aval su Obra, lo que debemos verificar supongo siempre, entonces la Iglesia no promueve a ese tal monje. Fui a buscar antecedentes del tal monje y sorpresa HAY DOS MONJES CON IDÉNTICO NOMBRE solo que uno es Católico y el otro Protestante.
Como eso me ha ocurrido con varios otros, porque para extrañeza existen varios hombres a los que la Iglesia cita que llevan idénticos nombres y han permanecido incluso a ella en un tramo y luego uno ha sido hereje y cismático.
Si habrá que buscar e indagar y no dar por cierto todo sin tratar de leer las referencias. Es también a través de ellas que llegamos a un conocimiento más profundo con el que Dios busca enriquecernos.
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