Los pecados mortales, CAPÍTULO 175, SANTO TOMÁS DE AQUINO.

 CAPÍTULO 175

Los pecados mortales no se perdonan después de esta vida. Los veniales sí

Por eso podemos considerar que los pecados mortales después de esta vida no se perdonan, pero los veniales pueden perdonarse. Los pecados mortales proceden de una aversión al fin último, y con respecto a este fin el hombre está afirmado inamoviblemente después de la muerte, como hemos dicho (c.174). Los pecados veniales, en cambio, no miran al fin último, sino al camino hacia el fin último. Mas si la voluntad de los malos se afirma obstinadamente en el mal después de la muerte, siempre desearán como lo mejor lo mismo que antes apetecían. Por consiguiente, no se dolerán de haber pecado, pues nadie se duele de haber perseguido lo que considera que es lo mejor.
Pero hay que saber que los condenados a la última desdicha, después de la muerte no podrán tener lo que habían apetecido como lo mejor, pues allí no se dará a los lujuriosos la facultad de lujuriar, ni a los airados y envidiosos la facultad de ofender o poner dificultades a los demás, y lo mismo con los otros vicios. Conocerán, en cambio, que quienes vivieron según la virtud alcanzan lo que desearon como óptimo. Por tanto se duelen de haber pecado, no porque aborrezcan los pecados, pues también entonces preferirían cometerlos, sí pudieran, más que poseer a Dios; sino porque no pueden tener lo que eligieron, y podrían haber tenido lo que aborrecieron. Así pues, también su voluntad permanece perpetuamente obstinada en el mal. Y, no obstante, se dolerán muchísimo de haber cometido la culpa y perdido la gloria. Este dolor se llama remordimiento de conciencia, y es denominado metafóricamente en la Escritura gusano, según Isaías, capítulo último (66,24): Su gusano no morirá.

Comentarios

DESDE SANTO TOMÁS PARA NOSOTROS:

"En ciertas cuestiones habrá pocos que comprendan la verdad de una manera evidente, siendo muchos los que se escandalizarán. Caerán de ella los traidores y los acusadores, por la discusión que se suscitará entre ellos, acerca del dogma de la verdad, lo que servirá de motivo para que se aborrezcan mutuamente. También habrá muchos que predicarán con mal fin, acerca de lo que habrá de suceder, e interpretarán mal las profecías (a quienes llama falsos profetas), que seducirán a muchos, haciendo que se enfríe la caridad ferviente que antes se encontraba en la sencillez de la fe. Pero el que pueda perseverar en la tradición apostólica, se salvará; y así, predicado el Evangelio a todas las almas, servirá de testimonio a todas las gentes, esto es, a todos los pensamientos incrédulos de ciertas almas. " CATENA AUREA, COMENTARIOS AL EVANGELIO DE SAN MATEO https://es.scribd.com/document/547925811/Catena-Aurea-Comentarios-Al-Evangelio-SAN-MATEO-Tomo-II-Santo-Tomas-de-Aquino

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